CONFERENCIA
EN VILLARALBO. 25 de Febrero del 2015.
En Villaralbo lo
primero que procede es felicitar a los vecinos por haber contado (y contar si
él quiere, y rezo porque sí) con un extraordinario y gran Alcalde como Felipe
Juan.
Que en los 2 años
en que fue el máximo regidor de Villaralbo, en nombre de IU, no sólo confirmó
ser una persona excepcional y querida, sino que hizo ver que tiene una
capacidad de gestión y discernimiento
que merece ser aplaudida y disfrutada más veces.
Lo mismo que su “fiel
escudero” (gran compañero) Mauro
Enhorabuena pues a
Villaralbo.
Y vamos con el tema
(aunque me hubiera gustado más una charla sobre LA ESTAFA SEXUAL-que es
filosofía política- para la que quedo ofrecido en cuanto empiece el “caloret”).
Nomenclatura
Siempre que se va a
hablar de algo es necesario aclararse en la terminología y por tanto es bueno
empezar por el nombre de las cosas: la nomenclatura.
En este caso, más
que con el nombre, que ya lo saben ustedes, con la importancia del concepto.
Mercado
La guerra de los
“super” en Zamora (contarla). Donde se ve cómo una cadena de hipermercados
compró el terreno donde se iba a instalar la otra para evitar la competencia.
¡¡¡Para evitar la competencia!!!.
Veremos cómo el
tratado busca ampliar el mercado “para ellos” (los capitalistas de EEUU y los
de UE
Tribu,
pueblo, nación, estado.
Entendiendo por
estado toda sociedad en la que una clase social domina a las demás. Siendo el
Estado Capitalista el conocido por todos puesto que es la Clase Rica la que
tiene el Poder
Todas las tribus
desconfiaron de los recién llegados porque casi siempre fueron fuente de
conflictos.
La XENOFOBIA (no
siempre fue un problema de corazones solidarios
e insolidarios) surgió posiblemente de la experiencia. Los recién
llegados empezaron siendo los expulsados de otras tribus. Unos broncas pues.
Por tanto siempre
hubo un deseo, basado en la experiencia, de autoprotección en los pueblos ante
las novedades.
Imperialismo
Su fin es
conquistar riquezas y conquistar mercados.
Centrémonos en lo
de conquistar mercados o “el caso de la ropa interior de Leticia y la necesidad
de la expansión del negocio”.
Abre un negocio. Va
bien, y vende, y en vez de disfrutar desea incrementar la ganancia, necesita multiplicar el dinero, y como ha
descubierto la fórmula (mas tiendas) quiere abrir más tiendas.
Pero imaginen que
no le dejaran ponerse en la calle de las Tres Cruces, entonces no le queda otro
remedio que conquistar las tres cruces y ya está.
El tratado Es un
paso imperialista pactado tras conquistar las instituciones, poner en ella a
los cómplices, y ocupar el país (UE)
Los
estados capitalistas.
Aunque hay quienes
dicen que el capital ya es más fuerte que los estados, y que con la
globalización ya no existen los estados capitalistas, lo cierto es que el
capital necesita al estado, como siempre, en lo fundamental para él:
i)
Para usar su fuerza contra otros
estados (Alemania –Grecia), EEUU –Irak.
ii)
Para usar su fuerza contra su propio
pueblo.
Si no hay estado no
hay forma de conseguir carne de cañón para las guerras imperialistas, ni
aparato ideológico para seguir sometiendo a las gentes.
La UE, un supra
Estado, pero estado al fin y al cabo; está maniobrando para que se les devuelva
a sus capitalistas, el dinero que irresponsablemente prestaron los bancos
alemanes y franceses, lo que confirma que es el Estado Capitalista el actor
principal en todos los asuntos económicos.
Como es más fuerte
el estado capitalista de EEUU que el de la UE vence aquel, y por tanto vencen
sus capitalistas, y pierden los pueblos. Como siempre.
Y
desembocamos así en el motivo de la charla
Para
la cual me he basado en estudios de los economistas Don Juna Torres (la
introducción) y Don Alberto Garzón (con sus 50 preguntas
contestadas sobre el Tratado de Libre Comercio)
TRATADO
DE LIBRE COMERCIO ENTRE EEUU Y UE.
1.-Las tribus
siempre se han protegido ante la aparición de elementos extraños, también en
economía (o sobre todo en economía).
2.- Eso supone que
existan barreras protectoras entre los pueblos, en cuanto a bienes y servicios.
3.-Por regla
general esas barreras son de 3 tipos:
*Aranceles o impuestos: Cuya
misión es: “Tú vendes más barato que nosotros, pero yo recargo tu producto y a
ver qué consigues vender”.
*Contingentes: Cuyo mensaje es: “Tú
puedes vender lo que quieras en mi país, pero sólo tantas unidades como yo te
diga”.
*Normas, reglas y regulación de los
productos para que se puedan vender productos en mi país, pero
cumpliendo determinadas condiciones.
4.-En cuanto a aranceles
y el contingente de productos, casi no hay barreras entre EEUU y UE, es decir
no hay obstáculos por ahí para el libre comercio.
5.-Tanto es así que
en realidad lo que busca este tratado de libre comercio es arrasar con la
barrera principal y cuasi –única, entre la UE y EEUU: homologar las normas, igualar la regulación.
6.-Perjudicando así
la mayor protección de las personas que tenemos actualmente en Europa respecto
a los ciudadanos de EEUU.
7.- Y aún peor, o
casi igual de malo; se pretende que
los servicios públicos sean una mercancía como otra cualquiera.
8.-Las
tres grandes medidas que se pretenden con este tratado de libre comercio son:
8.1.-Normas fuera. Homologación de las
normas que controlen los productos. Equivalencia a la baja (como en EEUU y no
como en UE).
8.2.-Protección a la Inversión. ¿En qué
consiste esto?
Hasta el presente
los Estados protegen a los ciudadanos y les dan servicios públicos. Dentro de esa dinámica, hecha a regañadientes
por lo estados capitalistas, pero hecha, se crearon los servicios públicos, garantizando su neutralidad y su eficacia, y
estando protegidos frente a las actividades privadas, dado que se deduce, y
con razón, que si éstas tienen como fin último EL LUCRO, podrían dar mal, o
sesgadamente, esos servicios .
Bueno pues la
protección a la inversión consiste en lo contrario: De manera tal que los
inversores que vean que la protección de un servicio público les frena o
disminuye su potencia de ganancias, podrán exigir que ellos estén en pie de
igualdad con el servicio público o que en su defecto se les compense por lo que
pudiendo ganar no ganan.
8.3.-Se crearán Tribunales (no normales)
ESPECÏFICOS (de arbitraje) ante los que recurrirán las empresas privadas
cando vean menoscabados sus intereses o se consideren afectados por las
normativas de los estados.
9.-¿Cómo va a repercutir todo esto?
10.- Veamos Ia influencia de la NO regulación:
En EEUU hay 160 productos transgénicos. En UE sólo uno. Encima ellos no etiquetan. Digamos que se acabará comprando a
ciegas (sin etiquetas en los productos)
11.- En la UE se
evalúa cada producto desde que sale de la tierra a la estantería. En EEUU sólo
se analiza el producto una vez acabado.
12.-Alli las normas
de protección son más suaves. No hay que demostrar, por parte de que vende, que
un producto es bueno, hay que demostrar, por parte del consumidor, que es malo
para prohibirlo.
En Europa son las
empresas las que tienen que demostrar que el producto NO ES MALO.
13.-Por tanto,
productos dañinos se venderían en Europa.
14.-Ejemplos: Carne
de vacuno con hormonas. Aves lavadas con cloro. Animales tratados con
antibióticos.
15.. La experiencia
indica que el libre comercio como se conocen a esto, no favorece el progreso. Los países que más han prosperado son los que
más se han protegido (Estados capitalista/imperialistas)
16.- Metáfora de la
escalera retirada: Los países avanzados se protegieron con pasión, y una vez
ricos, han retirado la escalera y le dicen a los demás, ahora, no te protejas.
17.- La medicina
milagrosa: La llamada competencia
perfecta, no existe: De existir supondría que el empleo perdido aquí se crea en
otra parte. (Bobadas capitalistas)
18.-Más pruebas de
que el tratado va a ser malo para las gentes está en que se mantiene en secreto.
19.-El BIRREPARTIDISMO lo oculta. ¿Por qué? Si
fuera bueno lo contarían
20.-Pues porque Puede
ser el fin de los servicios públicos. Y que los estados dejen de defender el
interés general.
21.-Estamos ante un
crimen más contra la humanidad, por tanto toca luchar e informar.
ANEXO
1. ¿Qué es
un tratado de libre comercio?
Un tratado de libre comercio es un acuerdo que se firma entre dos o más países
y que tiene como objetivo ampliar el mercado de bienes y servicios entre los
países firmantes. Para ello se busca la reducción o eliminación de las barreras
arancelarias y no arancelarias que existen en un determinado momento entre
espacios económicos. Es decir, busca la
reducción o eliminación de los impuestos a la importación y de la regulación
relativa a la comercialización internacional de bienes y servicios. Cuando
el acuerdo se firma entre dos países es conocido como acuerdo bilateral mientras
que cuando se firma entre más de dos países se denomina acuerdo multilateral.
En el mundo hay más de 3.000 acuerdos internacionales de inversión, la mayoría
de ellos bilaterales.
2. ¿Cuándo
se ha empezado a negociar el tratado entre EEUU y la UE?
El 28 de noviembre de 2011 durante encuentro entre líderes europeos y
estadounidenses se creó el Grupo de Trabajo de Alto Nivel sobre Empleo y
Crecimiento (HLWG, por sus siglas en inglés). Este grupo tenía como objetivo
estudiar las políticas necesarias para incrementar el comercio y la inversión
entre EEUU y la UE, haciendo recomendaciones a los diferentes gobiernos. En
junio de 2013 la Unión Europea y los Estados Unidos anunciaron el inicio de
negociaciones para llegar efectivamente a un Acuerdo Transatlántico de Comercio e Inversión (TTIP, por sus siglas
en inglés), también conocido simplemente como Tratado de Libre Comercio
(TLC). Las conversaciones comenzaron finalmente durante el mes de julio de
2013, y se prevé que se pueda aprobar finalmente durante 2014.
3. ¿Por qué
no me he enterado antes?
Aunque la Comisión Europea ha insistido
en que la negociación es transparente, lo cierto es que el proceso de
negociación es prácticamente secreto. No se conocen detalles concretos de
las negociaciones y sólo algunos documentos filtrados desde las propias
instancias europeas han permitido ir desgranando los pilares del futuro
acuerdo. El negociador principal de la
parte europea reconoció en una carta pública que todos los documentos
relacionados con las negociaciones estarían cerrados al público durante al
menos treinta años. Concretamente aseguró que esta negociación sería una
excepción a la Regla 1049/2001 que establece que todos los documentos de las
instituciones europeas han de ser públicos[1]. Asimismo, el comisario De
Gucht aseguró en el Parlamento Europeo que la negociación del TLC debía tener
grado de confidencialidad y negó la función de negociación al Parlamento[2]. Lo
que supone un ataque más a la ya escasa democracia en el seno de la Unión
Europea.
4. ¿Entonces
qué principio guía la redacción del documento?
Son los intereses económicos de las
multinacionales los que están dictando las negociaciones. De hecho, la Comisión
Europea se embarcó en más de 100 encuentros cerrados con lobistas y
multinacionales para negociar los contenidos del tratado. La Comisión Europea tuvo
que reconocer esos encuentros a posteriori, y más del 90% de los participantes
resultaron ser grandes empresas[3].
5. ¿Quién
apoya este TLC en España?
Dado que no hay debate público, es muy difícil conocer la opinión de la
ciudadanía o de las organizaciones civiles. Sin embargo, la mayoría de los
partidos del Congreso de los Diputados sí se han posicionado ya. El acuerdo
firmado en junio de 2013 entre el Partido Popular y el Partido Socialista en el
Congreso recogía una petición expresa al Gobierno para «apoyar un rápido
comienzo de las negociaciones de un acuerdo de libre comercio entre los Estados
Unidos de América y la Unión Europea ambicioso y naturalmente beneficioso»[4].
6. ¿Al menos
podremos votar los ciudadano?
No, dado que la aprobación final del TLC corresponde al Parlamento Europeo. Sólo en caso de que las autoridades
nacionales quisieran consultar a sus ciudadanos podríamos participar de forma
directa en la decisión. Sin embargo, el 6 de mayo de 2014 el Congreso de los
Diputados rechazó la convocatoria de un referéndum sobre el TLC, como proponía
Izquierda Unida, con los votos en contra de PP, PSOE, CIU, PNV y UPyD.
7. ¿Son muy
altas las barreras arancelarias entre EEUU y la UE?
No. La propia Comisión Europea ha reconocido que «las relaciones económicas
entre los Estados Unidos y la Unión Europea pueden ser consideradas entre las
más abiertas del mundo»[5]. Asimismo, la Organización Mundial del Comercio ha
estimado que las tarifas promedio rondan el 3,5% en Estados Unidos y el 5,2% en
la Unión Europea. Estamos hablando de niveles extraordinariamente reducidos.
8. ¿Entonces
qué se busca con el TLC?
La Comisión Europea considera que «las medidas regulatorias constituyen el
mayor obstáculo para incrementar el comercio y la inversión entre Estados
Unidos y la Unión Europea»[6]. Así, el
propósito no es la reducción de los ya bajos niveles arancelarios sino la
modificación de la regulación existente en las relaciones comerciales entre
ambos espacios económicos, favoreciendo únicamente a las grandes empresas transnacionales
que son las únicas interesadas.
9. ¿De qué
tipo de regulación estamos hablando?
Se trata de la regulación relacionada con el control sanitario de
determinados productos, con los estándares medioambientales, con los convenios
laborales, con la propiedad intelectual e incluso con la privatización de
servicios públicos. Se argumenta que estas normas suponen costes adicionales
para las empresas, todo lo cual sería una pérdida de potencial económico para
las distintas economías.
10. ¿Y cómo
afectaría un TLC al crecimiento económico y el empleo?
Según informes económicos favorables al acuerdo, el TLC crearía en EEUU y UE
hasta dos millones de nuevos puestos de trabajo y estimularía el crecimiento
económico incluso un 1% anual. Sin embargo, el propio informe de la Comisión
Europea apunta a un posible crecimiento económico del 0,1% anual en uno de los
mejores escenarios posibles. Por otro lado, la Comisión Europea también señala
entre los beneficios de este Tratado la bajada de precios.
11. Menos es
nada. ¿Son creíbles esas predicciones?
En absoluto, dado que se han extraído de modelos econométricos que dependen de
unas hipótesis poco realistas. Siempre es posible torturar los modelos
estadísticos y los propios indicadores para que nos digan lo que queremos. Es
mucho más riguroso basarse en la experiencia pasada de tratados similares que
en esbozar milagros sobre el papel.
12. ¿Hay
experiencias pasadas que sean equiparables?
Sí, por ejemplo el conocido como Acuerdo de Libre Comercio de Norte América
(NAFTA, por sus siglas en inglés). Cuando se firmó por Canadá, Estados Unidos y
México en 1993 se anunció que crearía un total de 20 millones de empleos.
Pasado el tiempo la propia Cámara de Comercio de EEUU ha reconocido que tal
promesa no se materializó[7]. De hecho, las estimaciones independientes más
razonables apuntan a que finalmente hubo una pérdida neta de empleos cercana al
millón de personas debido a las deslocalizaciones[8].
13. ¿Es
posible que el TLC destruya puestos de trabajo?
Por supuesto, y de hecho incluso la Comisión Europea asume que va a ocurrir. Lo
que sucede es que la Comisión considera que será un efecto parcial circunscrito
a algunos sectores económicos y zonas geográficas y que será compensado por
efectos positivos en otros sectores económicos y regiones. También algunos
pensadores liberales sostienen que los efectos perjudiciales sobre el empleo
serán compensados por el desplazamiento productivo hacia líneas de actividad
más eficientes[9].
14.
Entonces… ¿aumentar la oferta de bienes y servicios va a crear empleo en
España?
No. Nuestro problema no es la oferta
sino la demanda. Si nuestros ingresos y rentas disponibles son menores,
lógicamente compramos menos. Es decir, cada vez somos más pobres y no se
incrementan las ventas. Por lo tanto, lo que se va a producir es un trasvase de
ventas desde las empresas locales hacia las grandes empresas que son las pueden
mantener estructuras de costes y precios reducidos a lo largo del tiempo hasta
que hayan logrado eliminar a la competencia local.
15. ¿Quiere
decir eso que se destruirán empresas y sectores?
Efectivamente. Cuando se amplían los
mercados la competencia se incrementa y las empresas nacionales se ven
obligadas a competir con las extranjeras. Y en esa pugna acaban victoriosas las
empresas más competitivas. Todas las que no puedan competir y ofrecer precios
más bajos tendrán que desaparecer junto con todos sus puestos de trabajo.
De hecho, la Comisión Europea ha reconocido que la ventaja competitiva de
algunas industrias estadounidenses generarán un notable impacto negativo en sus
homólogas en la Unión Europea, pero asume que los gobiernos tendrán fondos
suficientes para mitigar los costes que ello genere[10].
16. ¿Cómo se
verá afectada la agricultura europea?
El modelo agrario europeo es muy
diferente al estadounidense, tanto en su organización como sobre todo en su
tamaño. En EEUU hay 2 millones de granjas, mientras que en la Unión Europea
hay 13 millones. En promedio una granja estadounidense es 13 veces más grande
que una europea, lo que permite a las empresas estadounidenses competir en
mejores condiciones. Por eso los agricultores europeos están tan preocupados:
la amenaza de una concentración de poder y riqueza en el sector es muy alta.
17. ¿Mayor
concentración?
Sí, el efecto final de un proceso como el descrito es siempre un aumento de la
concentración y centralización de las empresas. Dicho de otra forma: el pez
grande se come al pez chico. El TLC implicará un duro golpe a la mayoría social
del tejido empresarial europeo, que está constituido en su 99% por pequeñas y
medianas empresas. Hasta ahora, los desarrollos normativos en los distintos
países de la Unión Europea buscaban equilibrar las condiciones en el juego de
la economía de mercado defendiendo a las pequeñas empresas para que tuvieran la
oportunidad de competir en igualdad de condiciones con las grandes. Con el TLC
este equilibrio se rompe para inclinarse la balanza a favor de las grandes
corporaciones.
18. ¿Y ello
conducirá a una UE más homogénea?
No, lo que es más probable es que se produzca una ampliación de la brecha
centro-periferia que ya existe en la Unión Europea. La estructura productiva de
los países de la periferia (Portugal, Grecia, España…) está mucho menos
desarrollada y es mucho menos competitiva, de modo que una mayor competencia
proveniente de las empresas estadounidenses será un golpe mortal a las frágiles
industrias de la periferia europea. Además, no sólo se conducirá hacia una UE
menos homogénea, sino que la brecha entre economías ricas y pobres, entre el
norte y el sur, a escala mundial no haría más que aumentar. Dicho de otro modo,
el norte se alía con el norte.
19. ¿Supone
eso el fin de las posibilidades de reindustrialización?
Sí, porque se establece una camisa de
fuerza que limita enormemente la capacidad de desarrollar una industria propia
y competitiva para los gobiernos de las economías menos desarrolladas. Al fin y
al cabo, los países que primero se industrializaron lo hicieron a través de
medidas totalmente contrarias a las apuntadas por los tratados de libre
comercio.
20. ¿Es eso
cierto? ¿Es posible el desarrollo sin libre comercio?
Por supuesto. Como afirma el trabajo del reputado economista Ha-Joon Chang,
«los consejos dados a los países en desarrollo durante las dos últimas décadas
no sólo han sido básicamente erróneos sino que también ignoran la experiencia
histórica de los propios países industrializados cuando se esforzaban por
alcanzar el desarrollo»[11]. Concretamente, los países que primero se
desarrollaron lo lograron a través de políticas de protección a la industria
naciente y subsidios a la exportación, hoy prácticas consideradas muy negativas
por los organismos internacionales.
21. ¿Significa
eso estar en contra del comercio?
En absoluto. El comercio es muy positivo para las relaciones económicas y
sociales, pero debe enmarcarse en un conjunto de reglas que impidan la
concentración de poder y riqueza o la vulneración de los derechos humanos. El
propio Adam Smith, a menudo símbolo del capitalismo industrial, fue partidario
de establecer topes al libre comercio al percibir que un mercado desenfrenado y
carente de la acción del Estado podía atacar la esencia humana.
22. ¿Entonces
por qué se nos recomiendan medidas erróneas?
El economista alemán Friedrich List lo resumió con una metáfora. Según él, «un
ardid muy común e inteligente que practica quien ha alcanzado la cumbre de la
grandeza es retirar la escalera por la que ha trepado para impedir a otros
trepar tras él»[12]. Ello quiere decir que los países más desarrollados, que
tienen industrias de alto valor añadido muy competitivas recomiendan al resto
la apertura de fronteras comerciales porque saben que la victoria de sus
empresas está asegurada. El propio List ya apoyó la idea según la cual «en
presencia de países más desarrollados, los países [económicamente] atrasados no
pueden desarrollar nuevas industrias sin contar con la intervención estatal,
especialmente con protección arancelaria». Dicho de otra forma, en ese terreno
de juego será imposible para España encontrar otro modelo productivo sostenible
y equilibrado.
23. ¿Y qué
pasará durante la lucha competitiva entre las empresas?
Cuando varios países abren sus fronteras
para crear un mercado común de bienes y servicios se da un fenómeno de competencia
hacia la baja o carrera hacia el fondo en el que se desploman los
estándares laborales, los medioambientales e incluso los democráticos. Eso es
lo que supondrá la aprobación del TLC. Aunque la retórica oficial de la
Comisión Europea habla de «armonización de la regulación», se trata en realidad
de un proceso en el que la igualación viene dada a la baja. Así, se habla de un
proceso de mínimo denominador común en el que el resultado de la
armonización será la igualación al nivel de la regulación más laxa.
24. Entonces,
¿pueden verse afectados los derechos laborales?
Sí. EEUU se ha negado a ratificar convenios de la Organización Internacional
del Trabajo (OIT), incluyendo aquellos que se refieren a la libertad de
asociación y a las prácticas sindicales. Su legislación -irónicamente llamada derecho
al trabajo- es en realidad una legislación contra la negociación colectiva
y el sindicalismo, y ha modelado en EEUU un sistema de competencia a la baja en
materia laboral entre los Estados. Todos pugnan por atraer inversiones
internacionales y nacionales por la vía de reducir aún más las condiciones
laborales. Una igualación de la regulación hacia el sistema estadounidense es
compatible con la cruzada que la Comisión Europea ha iniciado contra los
salarios y el peso salarial en la renta. El TLC podría servir de catalizador
del acercamiento de las normas laborales europeas a los estándares
estadounidenses. Una generalización de la carrera hacia el fondo.
25. ¿Y a qué
tipo de trabajo conducen estas normas?
En un escenario de incremento de la
competencia, y en el que opera una tendencia de carrera hacia el fondo,
el trabajo se va precarizando cada vez más y se disipan las posibilidades de un
trabajo indefinido o estable. Las empresas siempre estarán dispuestas a
deslocalizarse hacia las regiones donde se den menos salarios y costes
laborales –entre los cuales cabe incluir los derechos laborales-, de tal forma
que la amenaza es permanente. Esa amenaza, junto con la del desempleo, presiona
a la baja todos los estándares. Incluido el del salario, cuestión que ya teorizaron
los economistas clásicos (Marx, Ricardo, Smith) al hablar de una tendencia
hacia el salario de subsistencia, esto es, hacia un nivel verdaderamente
ínfimo.
26. ¿Significa
eso que habrá nuevas reformas laborales?
Efectivamente. Una vez aprobado el TLC todos los Gobiernos tendrán que adaptar
sus normativas nacionales a los nuevos acuerdos internacionales, lo cual
implicará una nueva ola de reformas laborales, financieras, fiscales, etc. que
sirva a esa armonización regulatoria propuesta en el tratado.
27. ¿Van a
pagar las empresas menos impuestos?
Las grandes empresas ya tienen mecanismos para eludir el mayor pago de
impuestos posibles. Los aranceles se repercuten al consumidor final de los
bienes o servicios. La eliminación de los mismos supone una merma en los
ingresos públicos de los Estados, que podrían destinarse para compensar el
impacto ecológico de la actividad económica o los costes sociales de las
deslocalizaciones empresariales.
28. ¿El tratado
también regulará el sector sanitario?
Toda la regulación está sujeta a ser
modificada por el tratado, pero los negociadores de Estados Unidos han señalado
particularmente a la regulación sobre sanidad y productos fitosanitarios como
principales objetivos a armonizar[13]. Y es que la regulación de la Unión
Europea en esta materia está mucho más desarrollada y es más rígida que la de
Estados Unidos, razón por la cual una armonización a la baja será especialmente
lesiva para los ciudadanos europeos.
29. ¿Eso
quiere decir que estará en riesgo mi salud?
Muy probablemente. La Unión Europea
utiliza actualmente un principio de precaución que impide que determinados
productos puedan comercializarse a pesar de que no haya suficiente
investigación científica que revele su peligrosidad. El sistema funciona porque
son las empresas las que tienen que demostrar que sus productos no representan
un problema para la salud del consumidor. Y ese proceso es largo, lo que los
empresarios estadounidenses consideran que es un coste que hay que
evitar.
30. ¿Y si
finalmente se produce esa armonización?
Pues entre
otras cosas los supermercados europeos se inundarán de productos que son
habituales en Estados Unidos y que sin embargo a día de hoy están prohibidos en
la Unión Europea por motivos sanitarios o ecológicos. Por ejemplo, el 70% de toda la comida vendida en
Estados Unidos contiene ingredientes modificados genéticamente, algo impensable
actualmente en la Unión Europea.
31. ¿Y por qué
a día de hoy están prohibidos tantos productos?
En las décadas de los ochenta y noventa
la Unión Europea introdujo restricciones a la importación de muchos productos
estadounidenses por motivos de salud. Por ejemplo, las granjas estadounidenses
suelen incrementar su productividad a través de la implantación a los animales
de hormonas que les hacen engordar y crecer más rápido. Dichas hormonas,
aplicadas sobre las reses o los pollos, están bajo sospecha tras vincularse con
la proliferación del cáncer en humanos. Por eso la Unión Europea ha bloqueado
sistemáticamente tantas importaciones, a pesar de las duras críticas de la
industria estadounidense.
32. ¿También
el medio ambiente se verá afectado?
Sí, y no sólo porque la regulación medioambiental será modificada sino también
porque el incremento del volumen de intercambio de bienes y servicios afectará
al medio ambiente. La propia Comisión Europea prevé un incremento de hasta 11
millones de toneladas métricas de dióxido de carbono emitidas a la atmósfera,
lo que obviamente contraviene todos los protocolos internacionales de medio
ambiente. Si finalmente se incrementa el comercio, se incrementarán también los
recursos materiales, hídricos y energéticos necesarios para su producción, así
como residuos, emisiones y desechos. Eso sí, en un alarde de hipocresía y
economicismo, la Comisión Europea espera que «las ganancias asociadas con el
incremento del comercio sean en principio suficientemente grandes como para
pagar los costes necesarios para la disminución de la polución»[14]. Pero cabe
advertir que la lógica monetarista y de mercado son ineficaces para dar
solución a los problemas ecosistémicos, ya que éstos se rigen bajo otros
principios.
33. Y la
armonización de la regulación medioambiental, ¿cómo afectará?
De la misma forma que ocurría en el
aspecto sanitario, con una armonización a la baja y la ruptura del principio
regulatorio de precaución que actualmente usa la Unión Europea. Por ejemplo,
hoy en día la Unión Europea bloquea más de 1.200 sustancias que se utilizarían
en cosméticos, mientras que Estados Unidos sólo bloquea poco más de diez.
Además, la armonización de la regulación sobre prácticas que dañan al medio
ambiente podría abrir la puerta al fracking en Europa.
34. ¿Qué es
el fracking?
Esta práctica permite extraer gas o petróleo del subsuelo pero dejándolo
prácticamente inutilizable y plagado de sustancias tóxicas, alergénicas y
cancerígenas. Además, es un proceso vinculado a la generación de terremotos de
diferente magnitud. De ahí que esta práctica esté siendo frenada
legislativamente en la Unión Europea, algo criticado duramente por las grandes
empresas y por sus partidarios. Y es que las grandes empresas estadounidenses
de exportación de gas y petróleo están buscando formas de superar la normativa
europea respecto a la fracturación hidráulica (fracking) para poder incrementar
sus beneficios. El primer ministro del Reino Unido, sin ir más lejos, denunció
que la legislación europea permitía que «nuestros competidores vayan por
delante de nosotros en la explotación de estos recursos»[15].
35. ¿Qué
ocurrirá con la propiedad intelectual?
El Tratado incluirá disposiciones para promover los llamados derechos
digitales, es decir, supuestamente para proteger a las empresas de la piratería
digital. Pero en realidad esto puede suponer la restricción del acceso al
conocimiento y la puesta de obstáculos a la innovación.
36. Eso me
suena… ¿no se debatió ya en el Parlamento Europeo?
Efectivamente, el TLC busca recuperar el espíritu del Acuerdo Comercial
Antifalsificación (ACTA, por sus siglas en inglés). Aquel acuerdo fue debatido
y felizmente rechazado en el Parlamento Europeo en el año 2012, pero las
grandes empresas y sus lobbies no se han rendido y buscan ahora incluir los
aspectos fundamentales dentro del TLC.
37. ¿Y cómo
afectará a los ciudadanos esa inclusión?
Hay que recordar que en Estados Unidos las grandes empresas pueden acceder sin
límites a toda la información privada de sus clientes. Así, empresas como
Facebook, Google o Microsoft tienen capacidad de utilizar esa información como
deseen. Sin embargo, en la Unión Europea hay límites que protegen ese espacio
personal. ACTA y ahora el TLC buscan romper esa regulación europea para
armonizarla con la falta de límites de Estados Unidos. Y ello incluye la
posibilidad de que los proveedores de internet puedan dar toda la información
-incluido el historial de navegación- a los gobiernos y grandes empresas. En
definitiva, con la excusa de querer proteger los derechos de propiedad
intelectual de las grandes empresas se vulneran claramente los derechos
individuales de los ciudadanos.
38. ¿Y eso
afecta a las medicinas?
Exacto, pues el TLC busca reforzar los
derechos de propiedad intelectual. Y ello incluye el fortalecimiento de las
patentes de las empresas farmacéuticas. Esta política supone un mayor coste
para los presupuestos públicos en sanidad, retraso en la incorporación de
genéricos y mayor coste de los medicamentos para los hogares. Hay que recordar
que cuando un medicamento con patente compite con un medicamento genérico se
produce una disminución del precio de los medicamentos en cuestión, todo lo
cual beneficia no sólo a los hogares sino también a la administración pública.
39. ¿Y a los
servicios públicos?
El Tratado alcanza a todos los sectores
de la economía, incluido el sector público. Muchos de los sectores públicos en Europa
son fundamentalmente privados en Estados Unidos, y existe la amenaza real de
que las grandes empresas estadounidenses vean Europa como un gran mercado para
su expansión. Al coincidir esto con las políticas de austeridad promovidas por
la Comisión Europea, hay un riesgo más que evidente de que el deterioro de la
calidad de los servicios públicos sea la excusa de una futura ola de
privatizaciones en numerosos sectores públicos. Ello apunta a una reducción del
Estado y su capacidad de intervenir en la economía.
40. ¿Eso
interpela a la democracia?
Sí. La democracia en su definición
procedimental implica una serie de reglas que permiten a los ciudadanos elegir
a los representantes que tomarán las decisiones políticas. Pero entre los
requisitos previos se encuentra asimismo la igualdad ante la ley de todos los
ciudadanos, que es en quienes reside la soberanía nacional. Sin embargo, este
tratado de libre comercio atenta directamente contra este requisito al conceder
una mayor protección legal a las grandes empresas que a los propios ciudadanos
o a los Estados.
41. ¿Quiere
decir que las grandes empresas se sitúan por encima de los Estados?
Desgraciadamente así es, dado que el
TLC incluirá una cláusula de protección de los inversores extranjeros (conocida
como Investor-State dispute settlement, ISDS) que permitirá a las
multinacionales demandar a los Estados cuyos gobiernos aprueben leyes que
afecten a sus beneficios económicos presentes o futuros.
42. ¿Entonces
el TLC estará por encima de la Constitución de cada país?
Sí, será como una supraconstitución. Y
los tribunales internacionales de arbitraje, que no están constituidos por
jueces independientes, tendrán un nivel judicial más alto que los tribunales
nacionales. Así, un Estado puede ser condenado por un tribunal internacional
por haber vulnerado los posibles beneficios de una multinacional. Pero además
las grandes empresas pueden obviar los tribunales locales y directamente
demandar a los Estados a través de tribunales internacionales, algo que ningún
ciudadano puede hacer.
43. ¡Eso ni
en la ciencia ficción!
Ojalá sólo fuera parte de una novela distópica. Pero la realidad es que estas
cláusulas y los tribunales internacionales de arbitraje ya existen en el mundo
desde hace mucho tiempo, pues han llegado de la mano de muchos otros tratados
de libre comercio. Lo que sucede es que esta vez llegan a la Unión Europea de
una forma mucho más clara.
44. ¿Y ya
hay empresas que hayan demandado a los Estados?
Sí, por ejemplo la multinacional
estadounidense Phillip-Morris ha demandado a Uruguay por 2.000 millones de
dólares por haber puesto alertas sanitarias en las cajetillas de tabaco. Otra
multinacional como Vattenfall ha demandado a Alemania por 3.700 millones de
dólares por haber apagado sus centrales nucleares. Otra como Lone Pina ha
demandado a Canadá por 250 millones de dólares canadienses por la moratoria de
fracking que aprobó el Gobierno de Quebec.
45. ¿Se han
dado sentencias condenatorias contra los Estados?
Hay muchos ejemplos. Ecuador fue
sentenciado a pagar 2.300 millones de dólares a la petrolera Occidental
Petroleum por abandonar la construcción de un pozo de petróleo en el Amazonas.
E incluso Libia tuvo que pagar 900 millones de dólares de ”beneficios perdidos”
por un proyecto turístico en el que sólo se habían invertido 5 millones de
dólares.
46. ¿Cuál es
la base de esas denuncias que ganaron las multinacionales?
Fundamentalmente argumentan que las decisiones de los gobiernos les han quitado
la expectativa de beneficios futuros. Es decir, se trata de un concepto que se
extiende hasta las supuestas ganancias perdidas a causa de determinadas
políticas.
47. ¿Eso
quiere decir que los gobiernos están en indefensión?
Claro, porque el comportamiento de los Gobiernos cambia en la medida que existe
una amenaza permanente de demandas multimillonarias por parte de las
multinacionales. Por ejemplo, el ministro de Salud de Nueva Zelanda anunció el
retraso de la aprobación de un pack sanitario hasta que se conociese la
sentencia de Phillip Morris contra Australia.
48. Si un
gobierno cambia y quiere aplicar otra política, ¿qué ocurre?
Pues que es carne de cañón para todas las multinacionales que crean que ese
cambio afecta a sus beneficios presentes y futuros. El caso paradigmático es
Argentina, que tras la crisis de 2001 cambió radicalmente de política económica
para intentar proteger a sus ciudadanos y desde entonces ha recibido más de 40
denuncias por parte de multinacionales…
49. Bueno,
los Estados siempre pueden ganar en un juicio
Difícilmente en muchos casos. Hay que
pensar que las multinacionales cuentan además con gabinetes de abogados
especializados en la materia que generalmente están mucho más preparados que
los abogados de los propios Estados. Pocos Estados se pueden permitir pagar la
alta remuneración que reciben los abogados de las grandes multinacionales, y
mucho menos mantener un equipo entero especializado en el tema.
50. ¿Podríamos
decir que es un negocio económico en crecimiento?
Sí, a finales de 2013 había un mínimo de 268 demandas pendientes contra 98
países (UNCTAD). En los noventa sólo había una docena. Se trata de un nuevo
negocio en sí mismo, lo que ha hecho que muchas empresas de abogados se hayan
especializado y estén dispuestas a litigar por cualquier evento que crean puede
servir para sacarle dinero a los Estados, desviándose como consecuencia grandes
cantidades de recursos y fondos públicos hacia las grandes empresas, en lugar
de dedicarse a los servicios públicos fundamentales que garanticen la vida
digna de las personas.
Paco Molina