domingo, 13 de octubre de 2013

Aportando contra incendios. Frente Cívico y otras


                       

                                                                                              PRESIDENTE

                                                                                                    DE LA

                                                                                   DIPUTACIÓN DE ZAMORA

 

FRANCISCO MOLINA MARTÍNEZ, Diputado Provincial de Zamora por IZQUIERDA UNIDA, en referencia al próximo Pleno Ordinario presenta la siguiente

 

                    MOCIÓN DE URGENCIA

 

 
El Pleno de la Diputación de Zamora ACUERDA:
 
Emprender las siguientes medidas referidas a la lucha contra los incendios y el combate contra los efectos causados por los mismos:
 
1.- Que  a través del Área de Medioambiente se estudie qué hay de cierto en que cubriendo el suelo afectado por incendios, con paja, se protege mejor el suelo y se consigue que se regenere con más facilidad.
 
Y que de confirmase esto se pida a quien corresponda que aplique tal medida en los suelos de la provincia de Zamora afectados.
 
2.-Que se tome en consideración el estudio realizado por el Frente Cívico “Somos Mayoría” de Zamora (ver ANEXO), para la prevención de incendios, y que desde la Diputación se impulsen y fomenten medidas de ese tipo con fórmulas como que las contrataciones de los planes de empleo también abarquen actividades que cubran tareas que el estudio propone.



 

ANEXO

(Se transcribe el estudio del Frente Cívico “Somos Mayoría” de Zamora tal cual, salvo los subrayados que se han incorporado para facilitar la comprensión de lo que se propone en la moción)

 

Propuesta de plan de lucha contra los incendios forestales en la provincia de Zamora

 

Introducción.

En la provincia de Zamora la lacra de los incendios forestales, en su mayoría causados por la mano irresponsable del hombre, destruye año tras año nuestros montes, con especial incidencia en las comarcas occidentales, las de mayor superficie forestal y menor población.

Ocasionalmente, aunque cada vez con mayor frecuencia, algunos de estos incendios alcanzan los cascos urbanos de nuestros pueblos, provocando el pánico entre sus habitantes, así como importantes daños materiales. En algunos casos -y de ello tenemos varios ejemplos en los últimos años- los incendios llegan a provocar víctimas mortales, en especial entre los profesionales de la extinción.

Por todo ello, consideramos que la sociedad zamorana (así como las instituciones públicas que la representan) debe responder con contundencia a esta sinrazón. Los zamoranos nos indignamos cada vez que uno de estos siniestros salta a la prensa, pero igualmente somos conscientes de que no se hace lo suficiente para acabar con este grave problema. Por ello, desde el Frente Cívico “Somos Mayoría” de Zamora proponemos el siguiente programa o plan de medidas que consideramos necesarias para erradicar esta lacra de nuestro medio rural.

 

1.       Prevención.

Una máxima dice que los incendios se apagan en invierno, y está claro que trabajar en la prevención es fundamental. Actualmente existen medios materiales y humanos que ya actúan eliminando el matorral (desbrozando) en los montes públicos, haciendo nuevos cortafuegos, manteniendo los ya existentes, etc. Pero son insuficientes.

También se permiten las quemas controladas, siempre y cuando se cumplan unas condiciones de seguridad, pero está claro que todas estas medidas no han podido evitar que siga habiendo grandes incendios forestales.

Consideramos necesario tomar medidas de acción directa que incidan en la prevención del fuego en nuestro medio rural. Es fundamental, en primer lugar, que las administraciones locales desarrollen normativas (a través de ordenanzas municipales, por ejemplo) que combatan la proliferación de la vegetación (acumulación de hierba seca y matorral en fincas abandonadas) en los cascos urbanos de nuestros pueblos, exigiendo su control por parte de los propietarios de las parcelas. Esta medida -impopular, en muchos casos- no la deberían tomar algunos ayuntamientos individualmente, sino que se debe desarrollar de forma conjunta en toda una comarca, o al menos en varios municipios colindantes amenazados por el fuego.

En segundo lugar consideramos necesaria la creación de una serie de cuadrillas de trabajo (“mantenedores del paisaje”), cuya labor sería complementaria a la que desarrollan los grupos de desbroce que actúan en los montes públicos, así como las contrataciones temporales que realizan los ayuntamientos para hacer pequeñas obras y mantener limpio el entorno de los pueblos, y que consistiría en pequeñas actuaciones en zonas muy concretas: limpieza de caminos tradicionales, desbroce de bienes etnográficos abandonados (molinos, corralas, fuentes…) así como de los alrededores de las poblaciones. Creemos que su acción debería coordinarse desde las mancomunidades de municipios rurales.

Estas cuadrillas de mantenedores del paisaje estarían preferiblemente conformadas por operarios de la zona, que suplirán con su actividad a las antiguas labores de mantenimiento del medio. De este modo, no sólo se lograría el objetivo fundamental de la propuesta, sino que la creación de nuevos empleos también contribuiría a fijar población en estas áreas hoy semidespobladas.

Tampoco hay que perder de vista que, mientras crecen las iniciativas de tipo recreativo y turístico en las comarcas del occidente zamorano, debido a su elevado interés natural, ambiental y paisajístico, muchos recursos de los que se ofertan (por entidades públicas y/o privadas) están en trance de desaparecer o ni tan siquiera se puede acceder a ellos, lo que supone un lastre a la hora de favorecer a un sector turístico que pueda generar un mínimo tejido económico en la comarca.

Habría que dotar igualmente a estas cuadrillas de la preparación y los medios necesarios para que pudieran enfrentarse a los conatos y controlarlos hasta la llegada de los medios profesionales.

Como decíamos al principio, buen aparte de los incendios son provocados por el hombre, muchos de ellos deliberadamente. Los incendiarios en la mayor parte de las ocasiones son, además, reincidentes y bien conocidos por la población local. Esta cuestión no se debe obviar. El personal encargado de la investigación de los incendios y los programas que se desarrollen para identificar y detener a estos individuos necesariamente han de intensificarse y contar con el apoyo de las administraciones locales.

Naturalmente se debe avanzar en la prevención también desde otros ámbitos. Distintas administraciones públicas pueden, en virtud de sus competencias, hacer muchas otras cosas que no aparecen reflejadas en esta propuesta: por ejemplo, un mayor apoyo a la agricultura y a la ganadería (muchas veces ya residuales, sobre todo la primera, en las comarcas de mayor superficie forestal) supondrían frenar el avance del matorral, auténtico propagador de los incendios comarcales en amplios sectores de la provincia.

 

 

2.       Preparación

La población de las zonas forestales ha de saber cómo tiene que actuar en caso de que un incendio les sorprenda en el campo o alcance el casco urbano de su población.

La política actual es de no intervención de la población local en la extinción, fundamentalmente por su propia seguridad, pero en todo caso parece necesario informar (mediante charlas informativas por parte de los profesionales de la extinción) a los habitantes del medio rural, no solamente de lo que supone el impacto ambiental de un incendio o el coste para las arcas públicas de su extinción, sino también de cómo han de actuar cuando un incendio alcanza su localidad. Es fundamental proporcionar esta información a la población rural, que en muchos casos desconoce los servicios con los que cuenta su comarca y la manera de movilizarlos, el teléfono único de emergencias 112, etc.

 

3.       Extinción.

Es importante que todas las personas que trabajen en la extinción de un incendio forestal (retenes, medios aéreos del ministerio y de la Junta, bomberos, Guardia Civil, etc.) estén coordinadas y dispongan de toda la información necesaria para desarrollar su labor de la forma más eficiente y más segura para ellos mismos. Entendemos que esta coordinación parte de una serie de protocolos y acuerdos que se deben de programar previamente, con periodicidad anual, y en los que también deber participar los responsables del otro lado de la frontera, pues el avance del fuego no entiende de divisiones administrativas.

Todos los pueblos deberían tener acondicionado y utilizable, por lo menos durante la época de alto peligro de incendio, un punto, conocido y de fácil acceso,  donde abastecer de agua para la extinción a los servicios correspondientes, ya que su carencia en muchos casos ha producido demoras imperdonables al volver a cargar de agua los vehículos para controlar el incendio.

Consideramos necesaria, asimismo, una dotación de parques de bomberos profesionales adecuada a las necesidades del territorio. Ello pasa por la profesionalización de los actuales parques de bomberos voluntarios.

Finalmente, conviene aclarar que ésta no es una propuesta cerrada, sino que a ella se pueden sumar todas aquellas medidas y actuaciones que se consideren oportunas y convenientes, y que redunden en el objetivo final de la misma: luchar contra los incendios forestales y sus terribles consecuencias en la provincia de Zamora.

 

 

 

RAZONES  DE  LA  MOCIÖN:

 

Son obvias

 

 

                                                                       Zamora   12  de  Octubre  del 2013

    

                                                           FRANCISCO MOLINA MARTÍNEZ

 

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