PRESIDENTE
DE LA
DIPUTACIÓN DE ZAMORA
FRANCISCO MOLINA MARTÍNEZ,
Diputado Provincial de Zamora por IZQUIERDA UNIDA, en referencia al próximo
Pleno Ordinario presenta la siguiente
MOCIÓN DE URGENCIA
El Pleno
de la Diputación de Zamora ACUERDA:
Emprender
las siguientes medidas referidas a la lucha contra los incendios y el combate
contra los efectos causados por los mismos:
1.-
Que a través del Área de Medioambiente
se estudie qué hay de cierto en que cubriendo el suelo afectado por
incendios, con paja, se protege mejor el suelo y se consigue que se regenere
con más facilidad.
Y que de
confirmase esto se pida a quien corresponda que aplique tal medida en los
suelos de la provincia de Zamora afectados.
2.-Que se
tome en consideración el estudio realizado por el Frente Cívico “Somos Mayoría”
de Zamora (ver ANEXO), para la prevención de incendios, y que desde la
Diputación se impulsen y fomenten medidas de ese tipo con fórmulas como que las
contrataciones de los planes de empleo también abarquen actividades que cubran
tareas que el estudio propone.
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ANEXO
(Se transcribe
el estudio del Frente Cívico “Somos Mayoría” de Zamora tal cual, salvo los
subrayados que se han incorporado para facilitar la comprensión de lo que se propone
en la moción)
Propuesta de plan de lucha contra los incendios
forestales en la provincia de Zamora
Introducción.
En la provincia
de Zamora la lacra de los incendios forestales, en su mayoría causados por la
mano irresponsable del hombre, destruye año tras año nuestros montes, con
especial incidencia en las comarcas occidentales, las de mayor superficie
forestal y menor población.
Ocasionalmente,
aunque cada vez con mayor frecuencia, algunos de estos incendios alcanzan los
cascos urbanos de nuestros pueblos, provocando el pánico entre sus habitantes,
así como importantes daños materiales. En algunos casos -y de ello tenemos varios
ejemplos en los últimos años- los incendios llegan a provocar víctimas
mortales, en especial entre los profesionales de la extinción.
Por todo ello,
consideramos que la sociedad zamorana (así como las instituciones públicas que
la representan) debe responder con contundencia a esta sinrazón. Los zamoranos
nos indignamos cada vez que uno de estos siniestros salta a la prensa, pero igualmente
somos conscientes de que no se hace lo suficiente para acabar con este grave
problema. Por ello, desde el Frente Cívico “Somos Mayoría” de Zamora proponemos
el siguiente programa o plan de medidas que consideramos necesarias para
erradicar esta lacra de nuestro medio rural.
1.
Prevención.
Una máxima dice
que los incendios se apagan en invierno,
y está claro que trabajar en la prevención es fundamental. Actualmente existen medios materiales y humanos que ya actúan
eliminando el matorral (desbrozando) en los montes públicos, haciendo nuevos
cortafuegos, manteniendo los ya existentes, etc. Pero son insuficientes.
También se
permiten las quemas controladas, siempre y cuando se cumplan unas condiciones
de seguridad, pero está claro que todas estas medidas no han podido evitar que
siga habiendo grandes incendios forestales.
Consideramos necesario
tomar medidas de acción directa que incidan en la prevención del fuego en nuestro
medio rural. Es fundamental, en primer lugar, que las administraciones locales desarrollen normativas (a través de
ordenanzas municipales, por ejemplo) que combatan la proliferación de la
vegetación (acumulación de hierba seca y matorral en fincas abandonadas) en los
cascos urbanos de nuestros pueblos, exigiendo su control por parte de los
propietarios de las parcelas. Esta medida -impopular, en muchos casos- no
la deberían tomar algunos ayuntamientos individualmente, sino que se debe desarrollar de forma conjunta en
toda una comarca, o al menos en varios municipios colindantes amenazados
por el fuego.
En segundo lugar consideramos necesaria la creación
de una serie de cuadrillas de trabajo (“mantenedores del paisaje”), cuya labor
sería complementaria a la que desarrollan los grupos de desbroce que actúan en
los montes públicos, así como las contrataciones temporales que realizan los
ayuntamientos para hacer pequeñas obras y mantener limpio el entorno de los
pueblos, y que consistiría en pequeñas actuaciones en zonas muy concretas: limpieza de caminos tradicionales, desbroce
de bienes etnográficos abandonados (molinos, corralas, fuentes…) así como de
los alrededores de las poblaciones. Creemos que su acción debería coordinarse
desde las mancomunidades de municipios rurales.
Estas cuadrillas de
mantenedores del paisaje estarían preferiblemente conformadas por operarios de
la zona, que suplirán con su actividad a las antiguas labores de mantenimiento
del medio. De este modo, no sólo se lograría el objetivo fundamental de la
propuesta, sino que la creación de nuevos
empleos también contribuiría a fijar población en estas áreas hoy
semidespobladas.
Tampoco hay que perder
de vista que, mientras crecen las iniciativas de tipo recreativo y turístico en
las comarcas del occidente zamorano, debido a su elevado interés natural,
ambiental y paisajístico, muchos recursos de los que se ofertan (por entidades
públicas y/o privadas) están en trance de desaparecer o ni tan siquiera se
puede acceder a ellos, lo que
supone un lastre a la hora de favorecer a un sector turístico que pueda generar
un mínimo tejido económico en la comarca.
Habría que dotar igualmente a estas
cuadrillas de la preparación y los medios necesarios para que pudieran enfrentarse a los conatos y controlarlos hasta la
llegada de los medios profesionales.
Como decíamos al principio, buen aparte de los incendios son provocados
por el hombre, muchos de ellos deliberadamente. Los incendiarios en la mayor
parte de las ocasiones son, además, reincidentes y bien conocidos por la
población local. Esta cuestión no se debe obviar. El personal encargado de la investigación de los incendios y los
programas que se desarrollen para identificar y detener a estos individuos
necesariamente han de intensificarse y contar con el apoyo de las administraciones
locales.
Naturalmente se
debe avanzar en la prevención también desde otros ámbitos. Distintas
administraciones públicas pueden, en virtud de sus competencias, hacer muchas
otras cosas que no aparecen reflejadas en esta propuesta: por ejemplo, un mayor apoyo a la agricultura y a la
ganadería (muchas veces ya residuales, sobre todo la primera, en las comarcas
de mayor superficie forestal) supondrían frenar el avance del matorral,
auténtico propagador de los incendios comarcales en amplios sectores de la
provincia.
2.
Preparación
La población de las zonas forestales ha de saber
cómo tiene que actuar en caso de que un incendio les sorprenda en el campo o
alcance el casco urbano de su población.
La política
actual es de no intervención de la población local en la extinción,
fundamentalmente por su propia seguridad, pero en todo caso parece necesario
informar (mediante charlas informativas por parte de los profesionales de la
extinción) a los habitantes del medio rural, no solamente de lo que supone el
impacto ambiental de un incendio o el coste para las arcas públicas de su
extinción, sino también de cómo han de actuar cuando un incendio alcanza su
localidad. Es fundamental proporcionar
esta información a la población
rural, que en muchos casos desconoce los servicios con los que cuenta su
comarca y la manera de movilizarlos, el teléfono único de emergencias 112, etc.
3.
Extinción.
Es importante que todas las personas que trabajen en
la extinción de un incendio forestal (retenes, medios aéreos del ministerio y
de la Junta, bomberos, Guardia Civil, etc.) estén coordinadas y dispongan de
toda la información necesaria para desarrollar su labor de la forma más
eficiente y más segura para ellos mismos. Entendemos que esta coordinación
parte de una serie de protocolos y acuerdos que se deben de programar
previamente, con periodicidad anual, y en los que también deber participar los
responsables del otro lado de la frontera, pues el avance del fuego no entiende
de divisiones administrativas.
Todos los pueblos deberían tener acondicionado y
utilizable, por lo menos durante la época de alto peligro de incendio, un
punto, conocido y de fácil acceso, donde
abastecer de agua para la extinción a los servicios correspondientes, ya que su carencia
en muchos casos ha producido demoras imperdonables al volver a cargar de agua
los vehículos para controlar el incendio.
Consideramos necesaria, asimismo, una dotación de parques
de bomberos profesionales adecuada a las necesidades del territorio. Ello pasa
por la profesionalización de los actuales parques de bomberos voluntarios.
Finalmente,
conviene aclarar que ésta no es una propuesta cerrada, sino que a ella se
pueden sumar todas aquellas medidas y actuaciones que se consideren oportunas y
convenientes, y que redunden en el objetivo final de la misma: luchar contra
los incendios forestales y sus terribles consecuencias en la provincia de
Zamora.
RAZONES DE LA MOCIÖN:
Son obvias
Zamora 12
de Octubre del 2013
FRANCISCO MOLINA MARTÍNEZ
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