Querida Marisol:
Me tomo la libertad de tratarte con afecto dado que desde
hace tiempo nos conocemos.
Te molesto para comentarte una cosa que me llamó poderosamente
la atención y que tú verás si merece la pena que sea compartida con “tus”
lectores (de la Opinión-El Correo de Zamora).
Casualmente tuve la inmensa suerte de oír una charla, dada al
15-M junto al Palacio de Cristal del Retiro, en Madrid, a un economista belga,
de quien no recuerdo el nombre.
Su calidad era tal que fue contratado por no recuerdo,
tampoco, qué Gobierno sudamericano, para asesorarles sobre le inmensa deuda que
tenía su país.
Este economista es de los que considera que la idea de
negarse a pagar la deuda no es descabellada (“la deuda o la vida”). En
consecuencia y como se barajaba esa opción, un ministro del país del que hablamos,
lo comentó públicamente. Dijo que estaban sopesando la opción de negarse a
pagar la deuda.
El relevo que se armó fue mundial (imagina Marisol que España
decidiera decir lo mismo). Y como consecuencia de ello, al poco tiempo se puso
en contacto con el Gobierno de ese país una compañía de Seguros.
Resulta que hay compañías de Seguros que le aseguran a los
acreedores las deudas que a lo mejor no
les pagan sus deudores.
Entonces, lo que había ocurrido es que ante el rumor de que
ese país no iba a pagar sus deudas, los acreedores de esa nación, habían
acudido en masa a hacerse un seguro o subir la prima de riesgo, para que si
todo se confirmaba, por lo menos, ya que no iban a cobrar lo que se les debía,
que algo, lo más posible, se lo pagara el seguro.
En consecuencia la compañía de Seguros estaba haciendo un
gran negocio salvo que en efecto el país hermano decidiera no pagar. Por eso se
puso en contacto con los mandatarios y les dijo: “Miren, con su anuncio de que
no van a pagar la deuda nosotros estamos suscribiendo pólizas nuevas que
calculamos nos van a reportar unos ingresos de 300.000 millones de dólares.
Ahora bien, eso sólo es negocio para nosotros y si ustedes sí pagan la deuda.
Por tanto les proponemos este trato: no vuelven a hablar del tema, y luego si
paguen; a cambio nosotros les damos la mitad de la ganancia, 150.000 millones
de euros; que les pueden servir a ustedes para pagar parte de su deuda”
Todo esto es rigurosamente cierto pues el economista que nos
hablaba en el Retiro madrileño estaba entonces al servicio de aquel gobierno,
al que se pretendía corromper.
Y ahora viene lo que realmente quiero compartir contigo y tus
lectores. ¿No te das cuenta que lo de Papandreu en Grecia responde al mismo
perfil?
El Ministro griego “amenazó con preguntarle al pueblo si
quería pagar la deuda”. Sobre el revuelo que se armó por el mero hecho de que
ganara el “NO se paga”, ya viste la que se lió. No me cabe duda de que las
aseguradoras de deuda aumentarían el número de sus clientes, y la duda es : ¿Hicieron
las aseguradoras un trato con el Gobierno griego para repartir beneficios?
Yo diría que si, porque lo del referéndum fue flor de un día
y se ve que no pareció ser una oferta real de democracia.
En manos de este tipo de gentes estamos. Sin más, perdona que
te haya hecho perder el tiempo, pero es bueno que el pueblo sepa.
PD: Ah! dile al columnista Sr. Delfín, también amigo, que
estoy estudiando su teoría según la cual si un cargo público ve ahogarse a una
persona debe dejarla morir para que no le acusen de querer salir en la foto.
Con afecto y comprensión, un saludo
Paco Molina-Diputado Provincial de Zamora por IZQUIERDA UNIDA
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